Si aún no sabes que tonalidad exacta deseas para tu vestido, hoy te mostramos los diferentes tipos de blanco que existen para el vestido de novia. ¡Toma nota y elige el tuyo!
Sí, existen varios tipos de blanco, hoy te descubrimos cuáles son y cuál puede adaptarse más a tu tipo de piel o a tus gustos.
Blanco óptico o puro: el blanco por excelencia
El blanco de todos los blancos es el blanco puro o brillante, una tonalidad que sienta fenomenal a las novias más morenitas de piel, si eres una novia con el tipo de tez más clarita, este color provoca un efecto más pálido, no es el más recomendable para ti. Este blanco tiene un punto azulado y con destellos. Laura se atrevió con esta tonalidad pura para lucir preciosa con su vestido de novia.


Blanco roto o natural: un gran clásico
En realidad el blanco natural o crudo es el color que utiliza la inmensa mayoría, es el color natural de la seda antes de someterla a tintes. Un elegantísimo blanco apagado que provoca un efecto más natural y favorecedor. Paula se decantó por un diseño en crepé de manga larga ablusada en este clásico tono para novias.

Perla: personalidad y estilo
Similar al crudo pero con un suave matiz en tonos grises en lugar de vainilla, el color perla es uno de los grandes preferidos, sutil y sofisticado cada vez gana más seguidoras. Una tonalidad para novias con mucha personalidad. Nuestra querida Sofía apostó por un diseño en color perla con espalda descubierta y bordado por Anabel Laina.


Marfil: el gran elegido
El color marfil se aproxima más al beige que al blanco, pero obviamente es más claro, un tono que recuerda al crema. Elegante, favorecedor y muy sofisticado. Al ser un tono más cálido que los anteriores es ideal para cualquier tipo de piel. Sara eligió este color que quedaba de maravilla en su look dos piezas.


Champagne: tendencia absoluta
El color champagne se está convirtiendo en tendencia en los últimos años, muchas son las novias que se atreven a lucir este dorado suave, aunque no favorece a todas, a las afortunadas que les sienta bien, sin duda, les queda de maravilla. Un color que para una piel bronceada es el perfecto aliado.


Nude: ¿Por qué no?
Significa desnudo en inglés, por lo que es el color en tela más similar a la piel, se utiliza mucho combinándolo con crudos o blancos, ya que hacen el efecto de estar colocados sobre la piel. Nuestra fantástica novia Silvia llevó este efecto en el cuerpo de su vestido de novia.


Rosa empolvado: adiós al blanco
Es un rosa mezclado con beige y blanco, suave muy sutil, la tonalidad que cambia la tradición y despide el blanco como tal pero que cada vez más se está haciendo su hueco entre los vestidos de novia.


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